Convento de Santo Domingo - Ronda



(Claustro del Convento de Santo Domingo cuando era plaza de abastos, este claustro fue demolido y hoy día en el lugar donde estaba se encuentra el Mirador de Aldehuela)

Entre la calle de Armiñán, la Cuesta de Santo Domingo y la Garganta del Tajo, en Ronda, se alza el único convento que originalmente tuvo intramuros la ciudad de Ronda, cuya advocación correspondía con la de Santo Domingo de Guzmán; el convento fue mandado edificar, según tradición local, tras la conquista castellana en 1485, en cualquier caso, la iglesia no estuvo acabada hasta 1505 y el claustro tendría que esperar hasta mediados del siglo XVI para ser acabado.

(Dos instantáneas de la iglesia del convento, la foto antigua data de 1926)


El edificio hubo de ocupar un solar que muy probablemente no estaba edificado en época nazarí pues se sitúa al borde del abismo, en época andalusí allí solo habría muralla que bordeaba la roca, prueba de ello es la torre defensiva que se encuentra en la casa llamada de los Condes de Santa Pola, junto al convento.


 (Dos instantáneas que muestran lo poco que ha cambiado la iglesia del convento, la cual tiene su entrada por la Cuesta de Santo Domingo pero vemos que esta calle antaño se llamaba Marqués de Paradas)


La iglesia, elemento más antiguo del convento, data de 1505 y, como todas las coetáneas, es de estilo gótico-mudéjar entremezclado con estilo renacentista, tiene planta de cruz latina con tres naves, de las cuales, la central es cubierta por un bello artesonado de par y nudillo mudéjar que, milagrosamente, se ha salvado de varios incendios; las naves laterales conservan aún parte de los ricos frescos renacentistas que los jalonaban.

(Artesonado mudéjar de par y nudillo en una fotografía de 1926)




Al sudeste, en la iglesia, se encuentra una tumba cuya inscripción reza así: “Aquí yacen las cenizas del frei D. José Motezuma y Rojas, cavallero profeso del orden de Calatrava, brigadier de los Reales Egércitos, nieto por línea recta masculina del Grande Emperador y Rei último de Mégico y las de D. Josefa Virués de Segovia, su muger.”, se trata de la tumba de uno de los descendientes de los Moctezuma mejicanos que radicó en Ronda, donde tenían un palacete que ha llegado a nuestros días, el Palacio de Moctezuma, hoy día sede del Museo Joaquín Peinado, el cual merece una visita.

(Tumba de Don José Moctezuma y Rojas)



En el mismo ángulo, junto a la mencionada tumba se halla el camposanto del convento, único espacio que queda en la actualidad sin restaurar, las ventanillas aún conservan motivos que aluden a la orden religiosa de los dominicos.

(Foto de 1926 tomada dentro de la iglesia)




El claustro es un poco más tardío, se dice que fue culminado en torno a 1550, es de estilo renacentista y constituía uno de los más bellos ejemplos de claustros conventuales en Ronda, tras la restauración no tiene el mismo encanto que tuvo. Este convento tuvo otro claustro, tenemos que lamentarnos por su pérdida, pues fue demolido en la última restauración que sufrió el convento, este claustro, de menor tamaño, se hallaba dónde está el conocido como Mirador de Aldehuela, era un claustro muy sencillo, dataría probablemente del siglo XVII o XVIII, sus columnas, sin embargo, aún pueden ser admiradas, pues algunas fueron colocadas en la Plaza de la Duquesa de Parcent, junto a la Colegiata de Santa María la Mayor y el Ayuntamiento.

(Foto que data del siglo XIX, tomada en el claustro que hoy día se conserva, el convento albergaba la plaza de abastos de la ciudad)



El Convento de Santo Domingo ha tenido numerosísimos usos en su historia, fue sede del tribunal de la Inquisición hasta su abolición; a mediados del siglo XVIII, con la construcción del Puente Nuevo, parte del convento fue expropiado y demolido para comunicar el puente con la actual calle de Armiñán, el convento quedaría sin reparar hasta el primer tercio del siglo XIX, fecha de la que data la fachada que da al puente.

(Columna del claustro demolido que se conserva en la Plaza de la Duquesa de Parcent)



Tras las desamortizaciones del siglo XIX el convento fue expropiado y sacado a subasta; el edificio se encontraba en un estado de conservación deplorable, por eso llama la atención que no fuera demolido para aprovechar mejor su solar, ubicado en el centro de Ronda y con mucha amplitud, sea como fuere, desde entonces el edificio fue utilizado como plaza de abastos de la ciudad y así evitar que los puestos se instalaran en el Puente Nuevo, objetivo no alcanzado, por cierto.

(Claustro hoy día demolido cuando era plaza de abastos)




La plaza de abastos de Ronda fue reubicada en la Plaza de España, en el edificio que era Ayuntamiento y actualmente es el Parador Nacional de Turismo, desde entonces el convento fue usado como almacén por la Hermandad del Ecce Homo y desde la iglesia del convento salía en procesión esta hermandad durante el Jueves Santo.

(Tras la Guerra Civil la iglesia del convento fue usada como almacén de la Hermandad del Ecce Homo, para ello se abrió una puerta a la nave lateral, podemos observar esa puerta en una foto de los años cincuenta, la puerta fue tapiada)




Durante la Guerra Civil del 36 la iglesia fue saqueada y quemadas sus reliquias, entre ellas un bellísimo púlpito mudéjar del que existe una foto tomada en 1926, tras este incidente el convento fue usado como taller por una asociación de carpinteros, lo que más tarde provocó un incendio tras el cual el convento entro en desuso, así llegó a los años ochenta cuando fue adquirido, en estado ruinoso, por el Ayuntamiento de Ronda.

(Claustro mudéjar en una instantánea de 1926, fue destruido en 1936)




El consistorio se propuso ubicar en el antiguo convento el palacio de congresos municipal, las obras supusieron la demolición de gran parte del conjunto, se demolió uno de los claustros, además de desvirtuar enormemente el otro claustro, hoy día la iglesia si se mantiene poco desvirtuada, junto con una de las antiguas celdas del convento que fue restaurada y es parte de un restaurante llamado la Pilastra del Torero; en definitiva, este convento es una pieza fundamental de la historia de Ronda, y símbolo de ésta.

(Celda conventual restaurada y que hoy día es el comedor del restaurante la Pilastra del Torero)




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